Personalmente, considero la felicidad una emoción maravillosa que te proporciona paz contigo mismo y te permite disfrutar de la vida. Una idea de la felicidad que yo no he empezado a comprender hasta alcanzar mi madurez como persona. Mientras esto llega, somos muchos los que transitamos por la vida sin saber realmente lo que engloba esa emoción, cómo se consigue o qué factores le afectan realmente.
Mi curiosidad por la felicidad surge a partir de mis avances personales tras perseguir esa emoción. Me sorprendió enormemente la cantidad de nuevas posibilidades que se descubrieron a mi alrededor y lo capacitada que me sentía para alcanzarlas habiendo cambiado simplemente la orientación de mi vida hacia ese nuevo estado de felicidad.
Esto me motivó a investigar mediante la lectura de libros y artículos, la búsqueda de películas y documentales y la realización de cursos sobre este tema. Cuanto más profundo era mi conocimiento, más se reafirmaban mis ideas. No sólo encontré otras experiencias personales muy similares a la mía, sino que, además, existían investigaciones científicas no sólo psicológicas, como era de esperar, sino también económicas sobre este campo. Es decir, la felicidad podía ser causa y efecto de variables económicas y tanto una como las otras se podían cuantificar. Esto me hacía confiar cada vez más en las emociones que había descubierto y que disfruto manteniendo día a día. Siento que la felicidad mueve el mundo, creo que impulsa a las personas a escucharse, a conocerse y a perseguir sus deseos sin miedos y esto tiene numerosas externalidades positivas, tanto sociales como económicas.
Por otra parte, soy consciente de que en la sociedad actual si algo no es rentable, nadie invertirá ni su tiempo ni su dinero en conseguirlo. No obstante, yo acababa de confirmar que la felicidad tenía efectos económicos positivos demostrados científicamente y eso podría ser una justificación valiosa para que se comenzase a considerar la rentabilidad de invertir en felicidad. Una vez más volvía a encontrar serendipia: mi crecimiento personal me llevaba a salir de mi zona de confort, disfrutar aprendiendo de nuevo sobre lo que me apetecía hasta descubrir que puedo convertir esta cuestión en una fuente de análisis donde aplicar mis conocimientos de economía cuantitativa para obtener resultados con cierta relevancia social, económica y académica al mismo tiempo.
Sé que mucha gente piensa que esto de la felicidad suena muy bonito, que nunca se consigue realmente o que es demasiado efímera, pero yo he podido comprobar personalmente que no es así y, además, existen estudios que lo demuestran y pretendo darles visibilidad. Mostraré los principales resultados de artículos científicos de reconocido prestigio y, de este modo, sus conclusiones serán accesibles a todo el mundo.
Mi objetivo con éste, mi primer blog, es compartir los conocimientos sobre la felicidad que he aprendido mediante mi propia experiencia, en primer lugar, y mediante la investigación en este campo, posteriormente.
Me gustaría que este blog se convirtiese en un punto de encuentro de personas receptivas emocionalmente dispuestas a compartir sus descubrimientos personales, experiencias felices, serendipias, así como sus conocimientos científicos.
Espero que encuentres en este blog una vía de comunicación que te permita enriquecer tu vida mediante el aprendizaje de ideas sencillas, claras, pero a la vez de justificada valía que te motiven a disfrutar de la vida y a externalizar tu felicidad a tu entorno.
Por mi parte, me comprometo a seguir estudiando y a compartir curiosidades, ideas útiles, lecturas y experiencias.
Una de las primeras cuestiones que me propuse investigar tras mis primeras lecturas en el campo de la felicidad fue cómo podría cuantificarla y qué factores contribuyen a conseguirla. Me planteaba cuestiones como: ¿sería posible cuantificar la felicidad de un individuo o de un país?, ¿cómo se podría medir la felicidad de individuo o de un país?, ¿a qué variables deberíamos prestar más atención para alcanzarla individualmente?, ¿qué factores deberían promoverse para mejorar la felicidad de los ciudadanos de un país?
En cuanto a cómo cuantificar la influencia de los determinantes de la felicidad, se me ocurrían varias metodologías que podría utilizar para obtener conclusiones en este sentido. Sin embargo, no me atrevería a proponer un indicador de felicidad. De hecho, incluso desconocía si existía alguna fuente de datos reales sobre este tema. La inexistencia de datos, así como la falta de rigurosidad de los mismos, podría ser un problema insalvable. Además, a esto se unía la dificultad de cuantificar un concepto abstracto como la felicidad sobre el que los avances en el ámbito de la economía y la organización industrial son recientes.
Al avanzar en mi estudio descubrí una fuente de datos a nivel global mucho más completa y prestigiosa de lo que hubiese podido imaginar. Se trata del informe World Happiness Report (WHR), que se publica anualmente desde 2012 y se considera un referente del estado de la felicidad global. El informe 2020 ha sido editado por John Helliwell, Richard Layard, Jeffrey D. Sachs y Jan Emmanuel De Neve y cuenta con patrocinadores como:
Sustainable Development Solutions Network
Center for Sustainable Development at Columbia University
Centre for Economic Performance at the LSE
Vancouver School of Economics at UBC
Wellbeing Research Centre at the University of Oxford
Uno de los principales resultados publicados en el informe 2020, que puede consultarse en su totalidad en su página web (https://worldhappiness.report), es un ranking de la felicidad percibida por los ciudadanos de 156 países obtenido a partir de las evaluaciones realizadas por Gallup World Poll (GWP) para el periodo 2017-2019.
¡¡Si era posible realizar un ranking de felicidad, entonces, mis dos primeras cuestiones tenían respuesta: era posible cuantificarla y se habría propuesto una medida!!
Concretamente, el informe propone la medida de la felicidad o bienestar subjetivo como el promedio nacional de la respuesta a la cuestión: “Por favor, imagina una escala de 0 a 10 donde el valor más alto representa la mejor vida posible y el valor más bajo representa la peor vida posible. ¿En qué valor de la escala sientes que te encuentras en este momento?” (GWP).
En cuanto a mis cuestiones sobre los factores que influyen en la felicidad, el informe propone las seis variables siguientes como determinantes del promedio anual de las evaluaciones nacionales en el periodo 2005-2019:
PIB per capita. Producto Interior Bruto per capita, PPA ($ a precios internacionales constantes de 2011) (World Development Indicators).
Esperanza de vida saludable. Esperanza de vida saludable al nacer (World Health Organization’s Global Health Observatory data repository).
Apoyo social. Promedio nacional de la cuestión: “Si estuvieras en problemas, ¿tienes familiares o amigos con los que puedas contar para ayudarte en cualquier cosa que necesites, o no?» (GWP).
Libertad. Promedio nacional de la cuestión: “Estás satisfecho o no con tu libertad para elegir lo que haces con tu vida?” (GWP).
Generosidad. Promedio nacional a la cuestión: “¿Donaste dinero a caridad el mes pasado?” (GWP).
Percepción de la corrupción. Promedio nacional del promedio de las respuestas a las cuestiones: “¿Se ha extendido la corrupción por todo el gobierno, o no?” y “¿Se ha extendido la corrupción en los negocios, o no?” (GWP).
Como has podido leer, mis primeras inquietudes acerca de la investigación científica sobre felicidad quedaron satisfactoriamente resueltas ;). Gracias a ello estaba aún más motivada para seguir estudiando… y eso he hecho. Te adelanto que existen evidencias científicas que demuestran que algunos factores socialmente asumidos como activadores de felicidad, realmente no lo son tanto… Dicho de otro modo, podríamos estar orientando nuestros esfuerzos hacia la felicidad basándonos en falsas creencias… Pero esto te lo cuento en próximas entradas 🙂
Comparte,
dime si conoces algunas otras fuentes de datos sobre felicidad.
comenta qué te parecen estos determinantes de la felicidad (seguro que hay alguno que te parece más apropiado que otro).
dime si conoces alguna otra selección de factores que influyan en la felicidad y si han seleccionado alguno que coincida con los propuestos por WHR 😉
La mágica silueta estrellada de sus pétalos secos compuestos en forma esférica simulando la suavidad del algodón o de una pelusa tiene capacidades hipnóticas sobre mí. Puedo dejar pasar el tiempo sin darme cuenta contemplando el entramado de sus pétalos, por no hablar de la ligereza del vuelo de su pelusa cuando la empujamos a volar con un suave soplido cargado de ilusión y esperanza tras pedir un deseo. El motivo de esta tradición se debe a las muchas leyendas mágicas relacionadas con esta flor alrededor del mundo.
Así que, cuando encontré la flor entre las imágenes disponibles en WordPress para elegir como icono, no lo dudé. Sin embargo, siempre he pensado que un logo debe transmitir parte de la esencia del proyecto que representa, siendo una de sus principales utilidades la de ayudar a identificar el tipo de proyecto solo con verlo. Si bien es cierto que la flor siempre me atrajo, llegando a decorar mi despacho de trabajo desde un cuadro centrado en la pared principal, este hecho personal no implicaba que la imagen del diente de león llegase a transmitir la esencia de «HappyMetrics: La felicidad se aprende y los datos lo demuestran» https://aprenderaserfelizconhappymetrics.wordpress.com/2020/05/24/economiadelafelicidad/.
Cuál fue mi sorpresa cuando, al buscar su significado en Google, leo lo siguiente:
El significado del diente de león representa la felicidad, recompensa y armonía entre otros atributos. Junto con ello, el diente de león también simboliza la supervivencia y la satisfacción personal, razón por la cuál muchas personas han acudido a esta flor tras pasar una mala época o haberse superado. https://refugiodelalma.com/significado/flor/diente-de-leon.
De nuevo nada es casualidad, todo tiene un sentido. Cuando enfocas tu pensamiento y tus esfuerzos hacia un tema, finalmente todos los efectos se suman potenciando su esencia a tu alrededor. No hace falta que os diga que en los últimos años estoy inmersa en aprender sobre la medición de la felicidad, las variables que le influyen, la explicación de trabajos sobre economía de la felicidad en el blog,… Podría decirse que mi mente está en modo felicidad y que esto hace que me rodee inconscientemente de factores relacionados con ella, que busque sentirla, que incluso llegue a provocarla. Como os comentaba, esta flor me acompaña desde hace un tiempo en mi despacho por lo que su imagen me transmite y ahora descubro que representa la felicidad, la recompensa y la satisfacción personal, emociones con las que me siento muy identificada en la actualidad.
Por lo tanto, decidido. El diente de león será nuestro logo. Además de ser precioso e hipnótico, tiene un significado más que apropiado y representativo de este blog.
Como vemos en la siguiente imagen, la belleza del diente de león se potencia con su madurez a través del blanqueamiento y sequedad de sus pétalos, llegando a morir para dar vida dejándose llevar por el viento en su dulce paseo final mientras esparce sus semillas allá donde alcanza generando vida a su alrededor.
El diente de león me inspira. Cuando lo admiro me reconforta y me motiva. Me recuerda que creo en la belleza de la madurez, la fuerza de la superación, el valor de la experiencia, la capacidad de supervivencia y la idea de eternidad.
Angus Stewart Deaton es un economista británico-estadounidense nacido en Edimburgo en 1945. Doctorado por la Universidad de Cambridge en 1974, en la actualidad es profesor en la Universidad de Princeton y cuenta con innumerables distinciones académicas en su haber, entre las que destaca el Premio Nobel de Economía en 2015.
Aunque sus líneas de investigación han sido heterodoxas a lo largo de su carrera académica, en 2010 se adentró en la investigación de la relación entre riqueza y felicidad con una publicación de gran impacto en colaboración con Daniel Kahneman, psicólogo y premio Nobel de Economía. ¡¡Espero que recordéis ese trabajo!! Es el que analizamos en la entrada anterior HappyMoneyII.
En nuestro país, la Fundación BBVA le otorgó el Premio Fronteras de Conocimiento en Economía en 2011. Gracias a ello disponemos de algunas entrevistas y discursos de Angus Deaton traducidos al castellano. Os dejo el enlace a una breve entrevista (duración 2m 37s) con motivo de tal distinción para que podáis ponerle cara y escuchar algunas de sus opiniones más relevantes.
Coincido con él en el regalo que supone trabajar como académico o, a fin de cuentas, ser un eterno estudiante. Aprendes cada día y descubres nuevas ideas que te enriquecen guiándote a través de la reflexión hacia la creación de tu propio pensamiento y el descubrimiento de nuevas áreas del conocimiento. Personalmente, me siento identificada porque cada paso de mi camino académico me ha llevado hasta donde me encuentro hoy y me encanta 😉. Estudiar el bienestar, aprender sobre felicidad y demostrar sus efectos sobre las personas y la sociedad.
Además, al tratarse de un tema de interés general, se presta a la creación de un blog como HappyMetrics, que me permite transmitir desarrollos científicos, como hago siempre en mis clases, pero a otra escala en un nuevo espacio de comunicación sencilla. De este modo, académicos y no académicos podemos compartir el placer de reflexionar sobre las ideas más brillantes (hasta de académicos laureados con el Premio Nobel, como Deaton, en HappyMoney) y esto tendrá un efecto sobre nuestra propia experiencia vital que se hará extensivo a nuestro entorno.
En esta línea de generalización del conocimiento, Angus Deaton ha llevado la economía del mundo académico a los hogares, y viceversa, para ahondar en el conocimiento de cómo afectan al bienestar, ya sea material, físico o espiritual de las personas a los cambios económicos y las políticas públicas. De hecho, actualmente continúa trabajando en este campo con el objetivo de encontrar respuestas sobre la felicidad y cómo debería trasladarse a las políticas públicas!!! Desde HappyMetrics le vamos a seguir muy de cerca 😉.
Entre las contribuciones de Deaton, destacamos sus innovadores planteamientos alternativos a las teorías tradicionales establecidas. Un ejemplo es su propuesta de usar como medida de desarrollo el consumo per cápita en lugar de la renta per cápita. Según su propia explicación: “Quizá este cambio no marque la diferencia en el nivel agregado de un país, salvo que comparemos países con niveles de ahorro muy dispares como Estados Unidos y China, pero es realmente sustancial cuando tratamos de hogares o personas de forma individual. La renta y el consumo no varían de igual forma, y el consumo es mejor indicador del nivel de vida”. Como siempre, preocupado por el bienestar de las personas.
Otra de sus frases célebres, que también me ha hecho reflexionar, es la siguiente: “El ahorro consiste en cómo equilibran las personas su bienestar presente con el bienestar futuro”. ¿Qué os parece? ¿Cómo se puede decir tanto en una sola frase? Brillante, de nuevo. Os cuento que me gustaría profundizar en lo que se esconde detrás de este planteamiento en una entrada futura de HappyMetrics!! Contadme qué os ha parecido, qué os hace pensar y vuestras experiencias con este binomio ahorro-bienestar 😉.
Podría seguir citando frases de Deaton relacionadas con la felicidad y el bienestar y seguiríamos aprendiendo de cada una de ellas, pero he preferido que le escuchéis vosotros mismos. En este enlace comparto su discurso en la IV edición de los Premios Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA. Es muy cortito (duración 4m) y merece tanto la pena… Me gusta especialmente la historia de su infancia, que bien podría haber motivado su interés por investigar sobre la pobreza, la inequidad y el bienestar, especialmente, en países pobres como la India, donde su investigación ha tenido tanto impacto.
¿Qué os ha parecido su discurso? ¿Y la historia de su infancia? La curiosidad e interés que inspiraban a ese niño solitario y aburrido se convirtieron en poderosas armas para crecer aprendiendo a través de esa triste niebla que rodeaba su ciudad. Esos primeros juegos con las ideas disiparon las primeras nieblas y su afán en el estudio y la investigación las fue clarificando cada vez más. Su atención a las necesidades de los demás le llevó a compartir sus conocimientos, primero entre sus alumnos y lectores, llegando a externalizar los efectos de sus avances científicos a instituciones y gobiernos y, por ende, a toda la sociedad. ¡¡Bendita maldita niebla escocesa!!
Para terminar, os cuento sus avances más recientes. Este mismo año acaba de publicar el libro “Deaths of Despair and the Future of Capitalism” junto a Anne Case, economista y compañera en Princeton. Este estudio ha detectado el incremento de la ratio de mortalidad debida a fallecimientos por desesperación (drogas, alcohol y suicidio) entre la población blanca americana de edad media y, además, les ha valido sendos nombramientos a la lista de los 50 mejores pensadores del mundo según la revista Prospect, entre otros reconocimientos.
Os confieso que escribir este post ha sido un regalo. Conocer los detalles de la vida y carrera académica de Angus Deaton ha sido realmente inspirador. Creo que no habríamos podido tener un mejor primer HappyPeople. Si os preguntáis cuál puede ser la clave de su personalidad, su trayectoria vital, su felicidad… podría ser el amor, dado que Anne Case es, además de compañera, su pareja sentimental. Y es que, como sabéis (algunos incluso por propia experiencia), el amor es una de las principales razones de felicidad para muchas personas.
Photo Credit: Rebecca Wilcox, Purdue University
Aunque… os advierto!! No os dejéis deslumbrar por la fama del amor porque ¿acaso sus efectos sobre la felicidad podrían estar sobrevalorados como ya sabemos que ocurre con el ingreso? ¿Tú qué opinas? Deja un comentario con tu opinión, con tu experiencia o con ambas. Yo me pongo a trabajar en el amor 😉 y te cuento en una próxima entrada.
Déjate inspirar,
Conchi
Se me olvidaba! Tenemos una novedad importante en el blog!!
En respuesta a las necesidades de algunos seguidores de HappyMetrics, a partir de ahora también podrás escuchar las entradas!!!
Si quieres escuchar esta entrada, puedes acceder desde este enlace al Episodio HappyPeople del Podcast HappyMetrics disponible en la plataforma de audio Anchor.
En la entrada anterior de HappyMetrics: HappyMoney, comentamos el artículo de Kahneman y Deaton en 20101. Según este estudio, existe un nivel de ingreso ideal a partir del cual la felicidad deja de incrementarse debido a aumentos del ingreso.
En esta entrada os propongo profundizar en los resultados de este importante trabajo para acabar conociendo cuál es nuestro nivel de ingreso ideal, tal y como prometimos 😉.
Para empezar, vamos a destacar una de las principales aportaciones del artículo, que es la distinción de dos aspectos del Bienestar Subjetivo:
Bienestar Emocional: se refiere a la calidad emocional de la vida del individuo. Esto es, la frecuencia e intensidad de experiencias de diversión, estrés, tristeza, enfado y cariño que hacen que la vida sea agradable o desagradable.
Evaluación de Vida: es la idea que cada individuo tiene sobre su propia vida.
Una vez expuesta esta distinción, os muestro una gráfica del artículo donde se representa la evolución de los dos aspectos del bienestar subjetivo en función del ingreso anual.
Kahneman y Deaton (2010)
Lo primero que nos llama la atención en la gráfica es la tendencia creciente de la serie que tiene el trazo más grueso (ladder). Se observa que la serie no deja de crecer a lo largo del rango de ingreso representado en el eje de abcisas. Esta serie representa la Evaluación de Vida y su evolución creciente indica que el individuo piensa que su propia vida es mejor cuanto mayor es su ingreso.
Sin embargo, observamos que el resto de series muestran una tendencia creciente hasta alcanzar un determinado nivel de ingreso, 75.000$ aproximadamente, a partir del cual todas las series dejan de crecer y se mantienen constantes. Estas series representan el Bienestar Emocional mediante los afectos positivos (positive affect), la ausencia de tristeza (not blue) y la ausencia de estrés (stress free) y sus evoluciones indican que la calidad real de nuestra vida deja de mejorar a partir de un determinado nivel de ingreso.
Las diferencias cada vez mayores entre la serie gruesa y el resto indican un desfase creciente entre la Evaluación de nuestra propia Vida y nuestro Bienestar Emocional real. Dicho de otro modo, nosotros pensamos que nuestra propia vida es mejor cuanto más ingreso tenemos, pero… esa percepción es ¡¡¡errónea!!!
Como muestran las series que representan el Bienestar Emocional, es un hecho objetivo que, aunque el ingreso siga aumentando, no sientes emociones felices. Es decir, un alto ingreso puede comprar una Evaluación de Vida satisfactoria permitiéndote llevar una vida que tu piensas que es mejor. Sin embargo, un ingreso elevado no implica sentir felicidad, ya que no puede comprar las emociones reales positivas que nos reportan Bienestar Emocional.
A que es curiosísimo??!! Me encanta la compleja interpretación que hay detrás de una representación gráfica aparentemente tan sencilla!! De nuevo dos genios como Kahneman y Deaton consiguen hacer que lo difícil parezca fácil😉. Y lo mejor es que este estudio consigue explicar científicamente esa idea que a todos nos ha rondado alguna vez por la cabeza de que el dinero no da la felicidad. Pues ya nunca más lo dudéis, si habéis alcanzado vuestro umbral de ingreso… no, el dinero no da la felicidad.
Ante esta conclusión, es en este momento cuando vuelven a nuestra mente las preguntas que dejamos planteadas en la entrada “HappyMoney”. Me ha hecho mucha ilusión que algunos de vosotros me hayáis comentado vuestras reflexiones al respecto que, además, han sido muy acertadas!!! Os animo a escribirlas en un mensaje en el blog para que todos los lectores puedan enriquecerse con ellas 😉. Os recuerdo las preguntas:
¿Cuál es el nivel de ingreso ideal a partir del cual la felicidad deja de depender de incrementos adicionales del ingreso?
¿Sientes que has llegado a tu nivel de ingreso ideal?
¿De qué crees que depende el nivel de ingreso ideal?
La literatura relacionada ha demostrado que el nivel de ingreso ideal depende del entorno económico y social en el que se vive, así como de las características de la personalidad del individuo en cuestión (Frey, 2018)2.
En lo que al aspecto económico se refiere, el estudio de Lyubomirsky (2008)3 demuestra que el salario que la gente necesita y busca depende de su salario actual. Por ejemplo, expone que un individuo cuyo salario son 30.000$ al año y es preguntado por el salario que cree que necesita para cubrir sus necesidades y ser feliz, responderá que necesita 50.000$. Ante esto, ¿cuál pensáis que será la respuesta de alguien cuyo salario son 100.000$ al año? Seguramente estéis pensando que ese individuo se considerará satisfecho… pues no. Piensa que debería estar ganando 250.000$. En resumen, los resultados del estudio demuestran que siempre queremos más, nos perdemos la felicidad del camino sintiéndonos insatisfechos y buscando un trabajo con el salario que consideramos que nos merecemos.
En cuanto al contexto social, existen diferentes evidencias sobre la influencia que la situación de los compañeros de trabajo, vecinos, amistades y familiares ejerce en nuestra idea de lo que es la felicidad y cómo se consigue. Especialmente preocupante es la proliferación en los últimos tiempos de referentes, ya no solo reales sino también virtuales, que generan comparaciones erróneas mermando la felicidad del individuo. Os propongo ampliar la información sobre esta cuestión en una próxima entrada del blog. Me parece un aspecto cuya contribución a la felicidad es especialmente relevante y siempre ha despertado mi curiosidad. No obstante, su propio carácter sociológico me genera mayor inseguridad y un gran respeto a la hora de abordarlo. Por ello, me encantaría recibir vuestros comentarios con ideas o sugerencias!! Por mi parte, podéis contar con que me sumergiré profundamente en el tema y os contaré las conclusiones más curiosas!! Os dejo planteadas un par de preguntas sobre las que podemos ir reflexionando:
¿Habías pensado alguna vez la influencia que tu entorno social ejerce en tu felicidad?
¿Te habías planteado si lo que se supone que debería hacerte feliz, es decir, lo que hace feliz a la mayoría de individuos, también te lo hace a ti?
Por último, no debemos olvidar la influencia de las características de la personalidad en el nivel de ingreso ideal. En este sentido, existe evidencia científica de que las personas que persiguen objetivos idealistas son más felices que las motivadas por objetivos materiales, ya que las últimas toman como referencia de felicidad el éxito financiero y el reconocimiento social (Frey, 2018)2.
¡¡¡Por fin podemos calcular cuál es nuestro nivel de ingreso ideal!!!
Solo debemos tener en cuenta 3 factores:
1. Siempre estará un poco por encima de nuestro nivel de ingreso actual
2. Será parecido al de las personas que nos rodean
3. Dependerá de nuestra personalidad
Mientras que los dos primeros factores son valores objetivos concretos conocidos para cada uno de nosotros, la definición de nuestra propia personalidad no suele estar exenta de cierta subjetividad.
Os propongo que realicéis un cuestionario para ayudaros a conocer las características que mejor describen vuestra personalidad y determinar así el tercer factor del nivel de ingreso ideal. Existen numerosos cuestionarios de personalidad. Yo os recomiendo utilizar una herramienta gratuita y totalmente anónima proporcionada por la Universidad de Yale. Se trata de un cuestionario diseñado según el Modelo PERMA desarrollado por Seligman, considerado el principal fundador de la Psicología Positiva y que, por supuesto, merece otra entrada en el blog para conocer los detalles del modelo, así como las brillantes aportaciones de su autor!!! Me lo apunto!!!😉
Os animo a completarlo, solo os llevará unos minutos y os ayudará a conoceros mejor. A mí me encantó!!! Aquí os dejo el enlace:
¿Alguna vez has pensado: “parece que tengo una buena vida”?
Aunque algunos de nosotros pensemos que estamos en el camino de mejorar nuestra vida, podríamos estar centrando nuestros esfuerzos por avanzar en la dirección equivocada sin conseguir mejorar nuestro bienestar emocional.
Puede que el dinero nos haga felices, pero siempre menos de lo que pensamos.
A pesar del refrán popular “El dinero no da la felicidad”, no somos precisamente una excepción los que orientamos nuestra vida a ganar dinero.
Nuestras conductas en este sentido son numerosas y están muy generalizadas. Destinamos la mayor parte del tiempo a trabajar para ganar dinero, incluso solicitamos horas extra para poder pagar las vacaciones o algún capricho. Si no tenemos trabajo lo buscamos y, a la hora de decidirnos por un empleo, el salario destaca entre los factores más valorados. Desde pequeños, nuestros padres nos animan a estudiar una u otra carrera en función de las posibilidades de encontrar un trabajo bien remunerado y admiramos a la gente con más dinero, considerándoles ejemplos de éxito en la vida. Pero ¿es este el camino a la felicidad?
Según la mayoría de los estudios científicos que analizan el efecto de la dimensión económica en la felicidad percibida por el individuo, estamos en el buen camino.
Sin ir más lejos, como comentamos en la entrada del blog “HappyData” (https://aprenderaserfelizconhappymetrics.wordpress.com/2020/05/20/indicador-felicidad/), el PIB per capita es la variable representativa de la dimensión económica considerada por el World Happiness Report y presenta una influencia positiva significativa sobre la felicidad percibida1.
Una de las referencias más relevantes sobre la cuestión que nos ocupa es la aportada en 2010 por el psicólogo Daniel Kahneman y el economista Angus Deaton, laureados con sendos premios Nobel en Ciencias Económicas en 2002 y 2015, respectivamente2. ¡¡La aportación de este trabajo es tan valiosa y el ejemplo de sus autores tan inspirador, que no os imagináis cómo estoy disfrutando con la redacción de un nuevo post donde os comentaré todos los detalles del artículo, así como curiosidades motivadoras de las experiencias de vida de tan sobresalientes académicos!! 😉
Según su análisis de los cuestionarios respondidos diariamente por mil residentes en Estados Unidos, mientras que la felicidad percibida por el individuo se incrementa constantemente conforme crece el ingreso, el bienestar emocional deja de incrementarse a partir de un determinado nivel de ingreso. Se trata de un estatus económico que proporciona al individuo la seguridad económica suficiente para que su bienestar pase a depender más de otros factores como las relaciones sociales y la vida saludable (Easterlin, 2010).
Por lo tanto, deberíamos matizar el refrán con el que iniciamos esta entrada:
«El dinero no da la felicidad… siempre y cuando tengas seguridad económica».
Pero… ¿qué cantidad de dinero es la que proporciona seguridad económica?
¿Sientes que tienes seguridad económica?
Si no la tienes, ¿crees que estás próximo a alcanzar tu nivel de ingreso seguro?
¿De qué crees que depende el nivel de ingreso que te hace sentir seguro?
Piénsalo!! Yo me comprometo a ayudarte a conocer tu nivel de ingreso seguro en mi próximo post 😉. Así sabremos si realmente estamos empleando nuestro tiempo y fuerzas en lo que nos hace más felices en este momento o si, por el contrario, deberíamos cambiar de camino.
Sentir que disfruto el camino que mi libertad elige
Seguro que tú también tienes un lugar feliz en el mundo que te llena de energía.
Tu HappyPlace te hace sentir bien en cuanto llegas a él. Te supera su belleza, desmonta tu escala de valores, te libera de las exigencias sociales y no puedes más que admirarlo. Recargará tus emociones. Unas veces te dará alegría, vitalidad, positivismo,… otras será paz, relajación, cariño, sencillez,… Sabes que te conoce, que siempre estará esperándote y que te reconfortará en cada visita.
Hoy comparto contigo mi HappyPlace: el Parque de las Salinas de San Pedro del Pinatar, mi pueblo. Cada vez que lo visito lo disfruto como si fuera la primera vez. Me encanta absorber su esencia tanto como mis sentidos me lo permiten. Por eso lo vivo de muchas formas distintas.
A veces lo necesito sólo para mí. Contemplo sus paisajes y la vida de sus aves desde mi silencio más respetuoso. Me hace sentir libre, me ayuda a relativizar, me escucha sin prisas y no me juzga. Me aporta tanto que siempre me hace sentir egoísta por disfrutarlo en soledad y consigue que vuelva pronto pero para compartirlo. Sentir el sol en nuestra piel mientras hacemos deporte en familia, aliviar el calor y las preocupaciones con un baño refrescante en el mar a primera hora de la mañana o compartir sentimientos y recuerdos en pareja a lo largo de un paseo relajante bajo la luz de la luna mientras escuchamos el vaivén de las olas en la orilla.
Aquí te dejo el vídeo de Cristóbal Rodríguez Fotografía. Es lo más parecido a estar allí. Espero que lo disfrutes tanto como yo.
Comparte, cuéntame cuál es tu HappyPlace y cómo te hace sentir.
Aprender a ser feliz con HappyMetrics 